No apto para remilgados... jaja!

 CLASES DE PEDOS:
Está ese que suena sólamente: puuufffff.... que nos deja muy relajados, 
pero luego nos sorprende con un olor penetrante, y se nos corta el relax...
A veces ocurre que nos duele la barriga, de las ganas, pero estamos en un lugar público, entonces, pensamos: Bah... seguro es silencioso... y allá nos 
sorprende con un sonoro: ¡Plaf!, que nos hace arrepentirnos de nuestra desesperada decisión...Podemos llamarle: ¡Tierra trágame!
Está aquel que suena largo y tendido, puede ser en varias secuencias: ¡Proproproprooooo...! O el inspirado: que se oye todo seguido, sin prisa pero sin pausa: ¡Prooooooooooooooooo...p! Este último, no suele ser tan oloroso como el puuufffff...
Luego está el calentito, que mejor no hablar de su olor.... pero sí es un buen desahogo.
También el ¡Sorpresaa! que de repente nos ataca con su olor sin habernos 
avisado previamente con su sonido.
El Pedo Traicionero... que es aquel que algunos echan, 
y se van para echarle la culpa al de al que se queda.
El Bailarín: Lo suelen echar más los hombres: Es el típico que van 
andando y levantan la pierna en el aire en tono jocoso.
El Incómodo: Cuando estamos sentados y levantamos el trasero 
para que salga con más libertad.
El Pedo Putada: Cuando viene acompañado de algo más... 
El ¡Yo no fui!: El momento de mayor disimulo.
Hay uno, que surge de manera espontánea y maravilloosa... cuando estamos acostumbrados al olor, el ruido... aparece silencioso... suave, y: ¡No hueleeee!: Es el Pedo Elegante.
El que aprovecha el ruido en la multitud para pasar desapercibido: Es el Pedo Incógnito, o Picarón.
Aquel que, yendo caminando con alguien, nos separamos de esa persona, 
los metros suficientes... y nos pregunta: ¿A dónde vas?
Y: poniendo la menor cara de pedo posible, lo echamos... Si no nos lo ha cortado el amig@.
El Libre: Estamos solos... ¡Y lo sabemos! Ahí ya lo que surja...